Ha pasado un año desde que Stacey Brown salvara a su mejor amiga de una muerte horrible. Pero sus pesadillas regresan, acosada por los fantasmas de las víctimas de una serie de asesinatos brutales... y por un acosador enloquecido. Al tiempo que conjura desesperadamente hechizos de sanación, un nuevo alumno llamado Jacob entra en el panorama. Guapo y misterioso, Jacob le confiesa que él también tiene sueños extraños. Para detener al asesino, deben unirse. Pero, ¿Podrá Staecy confiar en él? ¿O este nuevo amor hará que sus sueños más oscuros se vuelvan realidad?
La segunda entrega
de la saga dedicada a la magia de mayor éxito en EE.UU., donde lleva más de
100.000 ejemplares vendidos, llega por fin a nuestras librerías.
Esta vez, Stacey,
su protagonista, no solo se enfrentará a un peligroso asesino, sino que dudará
de la lealtad hasta de su nuevo amor…
En Blanco para la magia nos encontramos con que las
pesadillas de Stacey Brown han vuelto y eso significa que, si nadie lo remedia,
alguien puede morir. Si en Azul para las pesadillas soñaba con Drea y su casi
asesino, ahora está haciendo lo propio con Maura, la niña que cuidaba y el tipo
que la mató. Las pesadillas de Stacey van acompañadas de algún síntoma que ella
no puede manejar, pero que será muy significativo en la trama: en el primer
libro se hacía pis en la cama y en esta segunda parte, vomita. Lo que no cuadra
en este rompecabezas es que si Maura ya está muerta, Stacey no puede hacer nada
para salvarla y no entiende el motivo de los avisos y amenzas.
Acompañada por la pandilla de siempre (Drea, Amber, PJ y
Chad) Stacey tendrá que hacer frente a un acosador que está dispuesto a todo
por sesgar su vidas, encontrándose con frases del tipo Te estaré vigilando o,
¿Mantendrás tu promesa? que tendrá que analizar para desvelar el misterio.
Por si eso no fuese complicado, la relación con Chad, su
novio; no va viento en popa. Y es que estando Drea cerca, saltan chispas entre
ella y Chad provocando que Stacey sienta que en el fondo no han dejado de
querese. A esto, hay que sumarle la aparición de un nuevo, guapo y misterioso
chico llamado Jacob, que resulta tener los mismos dones mágicos que Stacey y
que ha llegado a ese instituto por un motivo muy especial.
Blanco para la
magia sigue la misma estructura que la primera entrega, con capítulos cortos
que mezclan realidad con ficción. Es más oscuro y directo que Azul para las
pesadillas, e incluso el triángulo amoroso, se inicia y resuelve en el mismo
libro.
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