Gandalf y Pippin cabalgan hacia Minas Tirith a lomos de
Sombragrís y, tras varios días de viaje, llegan a la ciudad y se presentan ante
el senescal Denethor. Pippin le cuenta los sucesos ocurridos en Parth Galen,
incluyendo la muerte de su hijo, y acaba ofreciéndole sus servicios como pago
por la deuda de gratitud hacia Boromir.
Mientras tanto, de camino a Edoras, Aragorn y el rey Théoden
se encuentran cerca de los Vados del Isen con Halbarad, Elladan, Elrohir y una
compañía de montaraces del norte, que le transmiten al dúnadan el consejo de
Galadriel y, junto a ellos, decide tomar el Sendero de los Muertos, por donde
pueden llegar al sur de Gondor y así intentar detener a los corsarios de Umbar,
que, habiendo tomado la ciudad y puerto de Pelargir, se disponían a enviar una
flota de apoyo al Rey Brujo. Legolas y Gimli también parten con Aragorn hacia
el sendero y allí convocan a los muertos de El Sagrario para que éstos, que
debían cumplir con un juramento hecho a Isildur en el pasado para librarse de
su maldición, les acompañaran en su lucha contra los corsarios.
Al quinto día de estadía de Gandalf y Pippin en Minas
Tirith, una sombra espesa oculta la luz del sol y da comienzo el sitio de la
ciudad por parte del ejército del Rey Brujo. Faramir es obligado a retirarse de
su puesto en el Rammas Echor y huye hacia la ciudad, donde informa a Gandalf
sobre Frodo y el camino que ha tomado para entrar en Mordor. Denethor, que
comienza a mostrar síntomas
de locura, envía a su hijo de regreso al Rammas Echor en una misión imposible para intentar detener al enemigo; la misión fracasa y Faramir regresa gravemente herido por el Hálito Negro de los Nazgûl, hecho que termina por enloquecer a Denethor, quien decide llevar su cuerpo a la Casa Mortuoria de los Senescales en Rath Dínen con la intención de que ambos fueran quemados en una pira funeraria. Pippin, tras presenciar el ataque de locura de Denethor, acude en busca de Gandalf. Mientras tanto, los ejércitos del Rey Brujo terminan de sitiar la ciudad y lanzan un ataque contra la Gran Puerta de Minas Tirith, que es derribada con la ayuda de un gigantesco ariete llamado Grond. Entonces el Rey Brujo entra en la ciudad y Gandalf, que dirigía la resistencia, sale a su encuentro, enfrentándose cara a cara con el Nazgûl.
de locura, envía a su hijo de regreso al Rammas Echor en una misión imposible para intentar detener al enemigo; la misión fracasa y Faramir regresa gravemente herido por el Hálito Negro de los Nazgûl, hecho que termina por enloquecer a Denethor, quien decide llevar su cuerpo a la Casa Mortuoria de los Senescales en Rath Dínen con la intención de que ambos fueran quemados en una pira funeraria. Pippin, tras presenciar el ataque de locura de Denethor, acude en busca de Gandalf. Mientras tanto, los ejércitos del Rey Brujo terminan de sitiar la ciudad y lanzan un ataque contra la Gran Puerta de Minas Tirith, que es derribada con la ayuda de un gigantesco ariete llamado Grond. Entonces el Rey Brujo entra en la ciudad y Gandalf, que dirigía la resistencia, sale a su encuentro, enfrentándose cara a cara con el Nazgûl.
En Rohan, Théoden reúne a sus tropas en un lugar conocido
como El Sagrario. Durante la cena, el rey recibe la visita de Hirgon, un
emisario del senescal Denethor que le trae la flecha roja, una señal por la
cual Gondor demandaba ayuda a Rohan ante casos de necesidad. Esto, junto con la
espesa nube negra enviada desde Mordor y que cubrió toda la región del sur del
río Anduin, apresuró la movilización del ejército de Rohan y seis mil lanceros
se dispusieron a partir hacia Minas tirith. Merry es liberado de los servicios
al rey Théoden debido a que su tamaño les supondría un problema a la hora de
encontrar un caballo veloz para él y sería un estorbo para cualquier jinete que
lo llevara en su grupa. Cuando el ejército estaba partiendo, un jinete que se
hace llamar Dernhelm, tomó a Merry y lo montó con él,
ocultándole entre los ropajes. El ejército se vio obligado a acampar en el Bosque de Drúadan, ya que según los batidores, algunas millas más adelante les esperaba un ejército de orcos. Gracias a la ayuda de Ghân-buri-Ghân, jefe de la raza drúedain que habitaba en dicho bosque, los rohirrim tomaron un camino alternativo y, al sexto día de cabalgata, llegaron al Rammas Echor. Théoden dispuso las tropas y se lanzó al ataque, justo en el momento en el que el Rey Brujo penetraba en Minas Tirith.
ocultándole entre los ropajes. El ejército se vio obligado a acampar en el Bosque de Drúadan, ya que según los batidores, algunas millas más adelante les esperaba un ejército de orcos. Gracias a la ayuda de Ghân-buri-Ghân, jefe de la raza drúedain que habitaba en dicho bosque, los rohirrim tomaron un camino alternativo y, al sexto día de cabalgata, llegaron al Rammas Echor. Théoden dispuso las tropas y se lanzó al ataque, justo en el momento en el que el Rey Brujo penetraba en Minas Tirith.
Fue entonces cuando comenzó la batalla de los Campos del
Pelennor. Los rohirrim hicieron retroceder al enemigo y los hombres de Gondor
rompieron el sitio, saliendo a luchar a campo abierto. Durante la batalla, el
Rey Brujo ataca a Théoden y su caballo, Crinblanca, se asusta y voltea a su
jinete, cayendo sobre él. No obstante, cuando el Nazgûl se disponía a rematar
al rey, Dernhelm se interpone entre ellos y revela su verdadera identidad,
Éowyn, la sobrina del rey y hermana de Éomer. Merry, que estaba observando la
escena, toma su espada y le da al Nazgûl una estocada en el tendón, mientras
Éowyn, con un brazo malherido, descarga un golpe con su espada sobre el yelmo
del Rey Brujo, quien muere. Es entonces cuando llegan a Harlond los barcos de
los corsarios y los orcos ven sorprendidos como bajan de ellos Aragorn, Legolas
y Gimli, acompañados de cientos de hombres del sur de Gondor que se suman a la
batalla y consiguen la victoria.
Gandalf, quien había sido alertado por Pippin, vuelve al
sexto círculo de Minas Tirith durante la batalla con para tratar de detener a
Denethor. Al llegar a Rath Dínen se traba en lucha con el enloquecido senescal
y logra rescatar al moribundo Faramir, más no a Denethor que muere en la pira.
Finalizada la batalla, los capitanes de los ejércitos
deciden, por idea de Gandalf, desviar la atención de Sauron para que Frodo
pueda cumplir su misión y, con las fuerzas que les quedan, se dirigen hacia la
Puerta Negra. Una vez allí y tras negarse a las condiciones de Sauron, se
inicia la batalla.
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